Muchas veces creemos conocer a las personas, y nos equivocamos; suele suceder con nuestros supuestos amigos. Cómo la sociedad pide confianza si nadie la da.
Duele saber que esas personas que tanto subestimamos no eran ni lo que aparentaban ser, nuestra confianza se siente traicionada, y claro... esperamos tanto de alguien que en ese mismo instante en que nos vemos traicionados nos encerramos en nuestro propio mundo creyendo que siempre serán así las cosas, alejamos a los demás de nuestro lado y nos aferramos a la soledad.
El principal problema de esto no son ellos, si no que nosotros, no nos damos el tiempo suficiente para conocer a la persona, para poder estar alertas de lo que aquel puede hacer o decir sobre nosotros. Éstas situaciones suelen ocurrir con los supuestos mejores amigos, te atacan por la espalda cuando menos lo esperas.
Nuestra sociedad pide confianza cuando ni ella misma la está dando, todos estamos siendo egoistas con los de nuestro alrededor, queremos tener más y más sin importar a quienes tengamos que pisotear.
Abramos los ojos y enseñemos la verdad, logrémos crear un mundo de verdad y no de mentiras.
"De qué sirve una casa si no se cuenta con un planeta habitable donde situarla" -Henry David Thoreau.
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